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EL RINCÓN DE PENSAR| WATERLOO, VERSION 2.0

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Napoleón Bonaparte. Carles Puigdemont. Nada que ver. Sería un insulto a la historia, comparar a estos dos hombres, y haríamos removerse en su tumba el nombre del que lleva en ella doscientos años y daríamos un injusto prestigio al que vive, prófugo, errante, empecinado y haciendo el ridículo en el lugar que es lo único que tiene nexo común con tan dispares trayectorias. Allí libró el emperador la última batalla que destronó al ejercito más poderoso del mundo. Cierto es que el enemigo era tres veces más numeroso, y que el propio Emperador, no pudo dirigir a los suyos personalmente por encontrarse muy enfermo.

El catalán errante, cambió el Palau de Sant Jaume por el Waterloo, cuando ya había perdido la batalla que nunca llego a librar. Porque nunca fue presidente por la legitimidad de las urnas, sino por designación digital.. Y nunca, su guerra, fue validada como tal por la Constitución, ni por ningún rincón de Europa, ni por la mitad de los catalanes cuyo nombre quiso usarse para librarla.. Puigdemón, solo luchó contra Cataluña, contra el ejército al que dijo defender. Fracturó una región próspera, singular, moderna, europea y acogedora.. Aprovecho un terreno legítimamente abonado en ideales de soñar con otro futuro, para empozoñar los sueños, y llevar fuga de empresas, enfrentamientos callejeros, desvió de turismo, y en consecuencia, paro.

En su histrionismo sin límites, se declara perseguido político, presidente en el exilio, y mártir por la causa catalana a la que tanto daño está haciendo. Y se monta su propia corte, con servicios de seguridad incluidos. Y como esto ya dura demasiado, y dado que cada vez, que la pantalla del televisor nos enseña el entorno de este payaso, se ve mucha gente a su alrededor, uno, que no se toma en serio a este personaje, pero no se fía de casi nada, se pregunta: ¿y todo esto quién lo paga?. Y ahora vendrá el catalanista más listo y dirá la frase histórica de que esto lo paga “la resistencia”. Pues muy bien hará Montoro en controlar que la resistencia, no seamos usted o yo, quiero decir, que no sean sus bolsillos y los míos los que costeen estas batallitas de república bananera, más propia de otras latitudes alejadas de la Europa a la que pertenecemos..

Además, Cataluña necesita salir ya de este impás en el que se encuentra estancada. Necesita un gobierno  y un parlamento que no la deje aparcada, porque Cataluña, si algo ha hecho bien siempre, ha sido producir, generar riqueza y ser punta de lanza del Estado al que pertenece. Y en cuanto a “su héroe”, si se encuentra legitimado para ser presidente, debe asumir el costo que el ha provocado, venir y tomar posesión de su cargo, después de aclarar cuentas con la justicia, si es que el saldo que le quede, se lo permite. Recordemos que otros que tienen sus mismas aspiraciones, se encuentran privados de libertad. Y no están privados de ella por sus aspiraciones, sino por intentar hacerlas realidad rompiendo de modo unilateral todos las leyes que marcan el camino para conseguir objetivos. Que no nos vengan con el cuento de presos políticos. Buena o mala, tenemos una Constitución , que algún día alguien que gane unas elecciones con mayoría suficiente, podrá cambiar, espero que para mejorarla

De modo que, como digo, a Montoro le toca ser el nuevo duque de Wellington que controle la intendencia de la corte belga para que su mantenimiento no nos cueste más a los españoles, de lo que ya nos está costando esta mamarrachada.

¡Si el pequeño emperador, levantara la cabeza!