Hoy todo el protagonismo se lo han llevado los coheteros más jóvenes. A las nueve y media de la noche, partía desde la Plaza del Pueblo el Carcavila infantil. Decenas de niños armados con los mejores cohetes de lujo han iluminado las calles de Paterna durante casi una hora, haciendo las delicias de familiares y curiosos.
Pasadas ya las once, llegaba el turno de la esperada Cordà querubín, que repetía este año después del arrollador éxito que tuvo su debut en las anteriores fiestas. 44 niños y niñas de entre ocho y diez años han vuelto a demostrar que están más que preparados para enfrentarse al Foc de Paterna, quemando los centenares de cohetes que se habían preparado especialmente para ellos.
Al concluir, han tomado el relevo los infantiles, quienes han tenido que dividirse en dos Cordàs debido al alto número de solicitudes: un total de 61. En ambos casos, los jóvenes han ejecutado sin ningún tipo de incidente sus respectivas tiradas dentro del cohetódromo.
Finalmente, la última Cordà la han protagonizado los juveniles, de entre dieciséis y diecisiete años. Un total de 39 se han atrevido con el paso previo a la Cordà de Paterna, en el que se emplea un cohete que poco tiene que envidiar al que se dispara el último domingo de agosto en la Calle Mayor.
Mañana, los más pequeños volverán a apoderarse de la pólvora. A las nueve, el Correfoc Infantil partirá desde la Plaza Mayor del pueblo y llegará hasta la Plaza del Ingeniero Castells. A la una de la madrugada, ya serán los mayores quienes se enfunden en cuero para tirar la tradicional Cordà de Interpenyes.