¿CÓMO SE RECUPERARON LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS EN PATERNA?

Los últimos presupuestos participativos que se habían hecho en Paterna fueron los de 2009, lo que pasa es que algunas de las acciones nunca llegaron a ejecutarse, y eso tenía a los vecinos bastante molestos con la falta de compromiso. Por eso, estuvimos casi una década sin ellos, hasta que en el año 2018 decidimos que era momento de recuperarlos.

Lo hicimos básicamente porque era una demanda vecinal. De hecho, el origen de los mismos está en la nueva carta de participación ciudadana que se aprobó en el año 2017, y que preveía la elaboración de presupuestos participativos todos los años. Cuando entró Compromís en el gobierno, decidimos que todo nuestro trabajo en la concejalía se tenía que guiar por lo que ponía en la carta, de modo que comenzamos a trabajar sobre los presupuestos.

Nos reuimos en la mesa de participación y confeccionamos un nuevo reglamento para repartir el dinero entre los barrios de manera justa. Un porcentaje se repartía de manera equitativa entre los nueve sectores, y el resto se asignaba en función del número de habitantes, el área, densidad de población y renta garantizada. El millón de los presupuestos participativos, salía del superávit del Ayuntamiento en 2017.

¿QUÉ PROCESO SE SIGUIÓ PARA ELEGIR LAS ACCIONES DE CADA BARRIO?

El proceso duró varios meses, y se puso en marcha a finales de 2017. Primero se hizo una fase de propuestas, que se ponían postular tanto telemáticamente como en papel. También, algunas de las medidas salieron directamente de las asociaciones de vecinos y demás.  Una vez las tuvimos todas, lo que hicimos fue reunirnos en una asamblea para estudiar cuáles se ajustaban a los parámetros previamente establecidos. Lo más importante era que fueran inversiones financieramente sostenibles, es decir, aquellas que duran en el tiempo. Esto es así porque la ley obliga a que el superávit se invierta en este tipo de acciones o para pagar deuda, no se puede hacer otra cosa.

Cuando ya tuvimos la lista definitiva de todas las propuestas que se ajustaban a las normas, lo que hicimos fue ordenarla y priorizarla: que beneficiase al mayor número de personas, tema de inclusión, impacto medioambiental, etcétera. El siguiente paso fue llevarlas a los técnicos para que dijeran cuáles eran viables y cuáles no. Basándonos en su decisión, y también contando con la opinión de la asamblea, obtuvimos las que eran válidas para ser votadas: casi todos los sectores lograron tener más o menos diez.

Después de las Navidades de 2017, ya fue el momento de la votación definitiva. De la decena final, los vecinos pudieron elegir cuáles eran las que más les interesaban. Nuevamente, se podía votar a través de la web del Ayuntamiento, pero también pusimos urnas en los centros sociales e incluso hicimos campañas itinerantes, con la intención de que participase el mayor número de gente posible. Y, por fin, a principios de 2018, ya teníamos la selección hecha: 33 medidas en total. Como mínimo tres por barrio, aunque algunos tienen cuatro o incluso cinco.

En el pleno de abril de 2018, que es el primero del año en el que se puede votar dinero de superávit, aprobamos las 33 medidas y el millón establecido para llevarlas a cabo.

¿QUÉ HA SUCEDIDO CON LAS ACCIONES QUE SE APROBARON? ¿CUÁNTAS HAN SIDO PUESTAS EN MARCHA?

Desde que Compromís abandonó el gobierno local y yo con él la concejalía, no tengo manera de saber qué está pasando con ellas. He mandando correos preguntando y nada.

La cuestión es que, una vez aprobadas las 33 medidas con sus respectivos presupuestos, la ejecución de las mismas ya no es competencia de Participación Ciudadana, sino cada cual de su respectiva concejalía: Educación, Deportes, Infraestructuras, Medioambiente… Reitero que la aprobación fue en el pleno de abril de 2018. Pues bien, en ese momento las remitimos cada una a su área pensando que se iban a poner en marcha cuanto antes.

Llega el mes de junio y yo, al ver que no se está haciendo nada, mando un correo a todas las conejalías pidiendo que inicien los procedimientos para poder llevar a cabo las actuaciones. Asimismo, también adjunto en él todas las memorias técnicas de las mismas. Sorprendemente, nadie me responde. Claro, las juntas de barrio ya estaban empezando a molestarse porque veían que nada se ponía en marcha.

Entonces, el Ayuntamiento empezó a decir que es que los presupuestos participativos se habían aprobado tarde. Cosa que no es cierta porque, reitero, se aprobaron en el mes de abril, que es el primero del ejercicio en el que legalmente se puede coger dinero del superávit del año anterior. Además, que lo que yo pedía era que los proyectos estuvieran tan solo iniciados en el transcurso del año 2018, porque sino el dinero destinado a ellos se perdía. Evidentemente, no hacía falta que estuviesen acabados pero, desde luego, sí empezados.

ENTONCES, ENTENDEMOS QUE EN 2019 NO HABRÁ PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS?

Pues no tengo ni idea, pero no tendría ningún sentido volver a poner en marcha el proceso e implicar a los vecinos cuando ni siquiera has iniciado los del año anterior. La gente, como es natural, está desencantada. Ellos se pegaron el trabajazo de hacer propuestas, de votarlas, de salir a la calle para preguntar a los vecinos… Para nada. Yo lo que entiendo es que en este año 2019 lo que se va a hacer es buscar otra fuente de inversión para los proyectos de 2018 y tratar de ponerlos en marcha aunque sea con retraso.

Además, que también hay que tener en cuenta que el proceso de participación ciudadana no se acaba nada más presentar las propuestas. Los vecinos han pedido que también se les pregunte durante el proceso de ejecución de las mismas, como es natural. Así que aún queda trabajo por delante con las de 2018.

EN TUS AÑOS COMO CONCEJALA, ¿QUÉ VALORACIÓN HACES DEL PROCESO? ¿QUÉ AVANCES SE HICIERON EN PARTICIPACIÓN CIUDADANA?

Los presupuestos participativos son solo una parte. Pero por ejemplo, la nueva carta de participación también fue un avance muy importante en el que estuvimos trabajando durante meses. Otra de las cosas que yo también considero primordiales, es la dinamización de las juntas de barrio. Algunas de ellas no funcionaban del todo bien cuando llegamos, así que desde la concejalía hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano para implicarlas más. En el caso del consejo de participación ciudadana, por ejemplo, pusimos mucho esfuerzo en ir detrás de la gente para que viniera.

Para mí, lo más importante es que la ciudadanía se implique, y creo que lo conseguimos.

¿SI VOLVIERAS A LA CONCEJALÍA, QUÉ PONDRÍAS EN MARCHA?

Lo primero, ejecutar los proyectos pendientes. Luego, otra de las cosas que propusimos y no se llegó a hacer fue el portal de transparencia. Nosotros lo que queríamos era abrir un espacio en el que la ciudadanía, además de poder consultar cosas, también propusiera. Y, por supuesto, más recursos para Participación. Cuando yo entré, el presupuesto era 0. Conseguimos dinamizarla e inyectar algunos recursos, pero una cosa que hace mucha falta y que no tenemos es un técnico de Participación.

Finalmente, creo que es muy importante hacer llegar este asunto a la infancia y la juventud, pidiéndoles su opinión en colegios e institutos. Y, por supuesto, también nos gustaría realizar consejos y asambleas de cara a la aprobación de los presupuestos generales del Ayuntamiento, para que sus peticiones no se queden solo en los participativos.