LLEVAS DEDICÁNDOTE MUCHOS AÑOS A LA INTERPRETACIÓN, PERO SÍ QUE ES CIERTO QUE LA FAMA TE LLEGÓ CON UNA EDAD MÁS ADULTA, ¿PIENSAS QUE ESO TE HA AYUDADO A GESTIONARLO MEJOR?
Para mí “la fama” es una palabra muy extraña, porque realmente no ha sido mi objetivo nunca, y mucho menos en el mundo del teatro. El teatro, por su propio bagaje y su manera de hacer, es casi como si picaras piedra. Yo estuve muchos años ahí y ni siquiera me planteé hacer otra cosa, lo que pasa es que se dio la circunstancia de que me ofrecieran un papel en 7 Vidas y, al final, se convirtió en un gran éxito. En un principio, yo pensé que iba a ser una cosa pasajera. Creía que haría el papel y que luego volvería tranquilamente al teatro. Sin embargo, se sucedieron una serie de acontecimientos y finalmente acabé haciendo la serie Aída.
Pero generalmente, con los temas de la opularidad, tú no vas pensando cómo vas a gestionarlo y cómo no. Solo cuando se vuelve excesivo es cuando te das cuenta de dónde estás. Ahí es cuando empiezas a cambiar tus hábitos, y tu vida da un vuelco en todos los sentidos. Lo bueno es que para mí no fue de golpe y porrazo. Yo creo que, más que por la madurez, yo pude gestionarlo tan bien porque fue una cosa gradual. Tuve tiempo para ir adaptándome.
Y sí que es verdad que te cambia la vida, pero no es un proceso tan traumático ni tan dramático como a veces quieren hacer ver. De vez en cuando salen titulares en prensa que parece que lo he pasado fatal, y que ha sido lo peor. Pero para nada. Al contrario, para mí, las cosas positivas de la popularidad pesan mucho más que las dos o tres negativas.
SE HABLA MUCHO EN LA ACTUALIDAD DEL PAPEL DE LA MUJER MADURA EN LA FICCIÓN, ¿CREES QUE HEMOS SUPERADO POR FIN EL SÍNDROME DE LA MADRE, Y QUE CAMINAMOS HACIA PAPELES MÁS COMPLEJOS?
En mi caso, yo siempre digo que he tenido mucha suerte, porque veo compañeras que sí que han tenido que pasar por eso y yo no. Precisamente, todos mis papeles de mujer madura han sido interesantísimos y muy enriquecedores.
Pero sí, es cierto que yo creo que ha habido un cambio. Ahora estamos en otra cosa. Las protagonistas de más de cincuenta años se han convertido en un objetivo muy suculento dentro de la ficción. La mujer, a esas edades, tiene dentro de sí misma un universo interesantísimo que cada vez atrae más a los productores y al público en general. Es un fenómeno que está caminando solo y que cada vez tiene más potencia.
¿CREES QUE HAY DIFERENCIAS ENTRE UN PERSONAJE FEMENINO ESCRITO POR UN HOMBRE O UNA MUJER?
Muchos de los personajes más interesantes que yo he tenido la oportunidad de interpretar, han estado escritos por hombres. Creo que los hombres pueden escribir muy bien a las mujeres pero, eso sí, hasta cierta edad. Luego, a partir de los cincuenta años, pienso que todo cambia, y que una mujer escribe muchísimo mejor sobre otra mujer. Porque es distinto. Hay un motor femenino, pasada esa edad, que creo que es muy desconocido por los hombres. Hay ahí una serie de matices que yo percibo que sí que se notan mucho, dependiendo de si el personaje lo ha escrito un hombre o una mujer.
¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE QUE TE LLEVAS DE LA SERIE AÍDA?
Más que de la serie, del propio personaje. Siempre he considerado que Aída es el personaje más feminista de la televisión española. Es curioso porque, hoy en día, Aída sería un personaje de rabiosa actualidad.
Se trata de una mujer maltratada, madre de unos hijos a los que ha tenido que criar ella sola. Trabaja fuera de casa y es la que lleva adelante a toda la familia. Además es una mujer que se respeta muchísimo a sí misma, y que tira de ella y de todos los demás. Reúne todos los factores de una gran feminista: no se cortaba un pelo e incluso tenía todas las relaciones sexuales habidas y por haber. Creo que la que más de la serie. Era una mujer muy interesante y, además, a todo eso se le añade que era de clase obrera.
De ella me llevo todo lo que representa para la sociedad, toda la empatía y el cariño que despertó en el público. Y, por supuesto, a todo eso, tengo que añadirle la evidente popularidad que me dio. Porque yo no estaría hoy aquí si no fuera por ella.
¿FUE COMPLICADO DEJARLA ATRÁS?
No, realmente no. A veces, para ti el éxito es una cosa muy diferente de lo que cree la gente. Muchos me decían que cómo iba a abandonar la gallina de los huevos de oro. Pero es que para mí, como actriz, es muy complicado dárselo todo a un solo personaje. Estuve muchos años dándole vida, y claro que a la productora le costó mucho aceptar que yo quisiera hacer otra cosa. Pero también tendo que decir que me sentí muy comprendida por ellos cuando decidí dejarlo. Y luego se vio que tampoco fue para tanto, porque los índices de audiencia se mantuvieron perfectamente en el tiempo sin mí.
En aquel momento nadie parecía comprender mi decisión, pero es que los motivos eran muy sencillos: quería hacer otra cosa. Me pasa igual con el teatro. Yo, por mucho que se llene el patio de butacas, no estoy más de un año en la misma obra. Porque pienso que todo en esta vida tiene su momento y sus tiempos.
COMO ACTRIZ QUE HA HECHO MUCHA COMEDIA, ¿PIENSAS QUE ES UN GÉNERO MALTRATADO POR LA CRÍTICA EN ESPAÑA?
Más que maltratada, la comedia es no respetada. Yo creo que la mayor crítica que se puede hacer a toda esta situación, es que hay mucho desconocimiento sobre cómo se trabaja en comedia. Se da por hecho que es un género fácil, y que cuesta muy poco esfuerzo. También hay quien se cree que el actor de comedia es menos actor que el actor de drama. Y eso es mentira, porque hacer comedia es complicadísimo y requiere de un esfuerzo tremendo. De hecho, yo me lo suelo pasar mucho mejor rodando dramas.
Es una pena, porque no se premia la comedia como un género mayúsculo, a la altura de las tragedias, la acción o los musicales. Y es un fenómeno muy raro, porque luego las reinas de las taqullas son siempre las comedias. No puede ser que el público sea tonto. Yo creo que es algo que se debería valorar mucho más.
¿QUÉ VALORACIÓN HACES DE TU TRAYECTORIA COMO ACTRIZ? ¿CÓMO TE SIENTES A NIVEL DE REALIZACIÓN PERSONAL?
Yo me siento muy afortunada y muy privilegiada. Por todo lo que he vivido, por todo lo que he pasado y la suerte que he tenido. Yo, de pequeña, no es que me quisiera dedicar a esto, es que tenía la necesidad de dedicarme a esto. Y cuando te levantas por la mañana, y ves que estás haciendo lo que más disfrutas… Es que a veces incluso me cuesta creer que me paguen por hacer algo que me llena tanto. Y en cuanto a mi trayectoria, pues me he subido a trenes que me han llevado por caminos maravillosos. Así que qué puedo decir, mi valoración es buenísima.
¿CÓMO TE SIENTES AL RECIBIR EL PREMIO ESPECIAL ANTONIO FERRANDIS? ¿CONOCÍAS SU TRAYECTORIA?
Conocía su trayectoria, pero no nos conocíamos personalmente. Para mí, Antonio Ferrandis es un referente como actriz. Yo soy ultrafan de su generación, y me considero una profesional que trabaja con un método muy parecido al suyo.
Recibir un premio que lleva su nombre es algo muy grande, porque cada vez que lo miro pienso en su cara. Me acuerdo de él. Lo que siento ahora mismo es un profundo agradecimiento, y sé que este día va a ser inolvidable. Además, quiero agradecer a esta ciudad todo el trabajo que está haciendo por preservar la memoria su memoria.