La comisión El Molí toma el rumbo de la construcción de su falla a tan solo 4 días de la plantà

La calle Mallent i Meri de la localidad de Paterna se ha convertido en un taller de falla tras un suceso que ha causado controversia entre diferentes comisiones de varias poblaciones, entre la que se encuentra la Falla El Molí.

El artista fallero Roberto Chorro, tras no poder asumir el trabajo destinado y atravesar un problema de salud, ha dejado sin cumplir los contratos de 5 fallas que depositaron su confianza en él para estas fiestas josefinas del 2023. Centrándonos en la comisión de la Falla El Molí, tras recibir la noticia mediante un WhatsApp de la madre del mismo artista en la velada del pasado viernes 10 de marzo, decidieron recoger las piezas a la mañana siguiente para poder finalizar, fuera como fuera, la falla que debe de estar plantada como mínimo el día 16 de marzo a las 8:00 de la mañana para poder optar a premio y cumplir con la tradición y ser consumida por el fuego tres días más tarde. La comisión se encontró frente a un grave problema que han abarcado con fuerza y optimismo, pues, a pesar de la dureza de la situación, han decidido acabar la falla ellos mismos junto a un joven artista paternero que encabeza la finalización del proyecto, Alejandro Martínez, junto a su equipo.

Debido a que, lógicamente, no tienen espacio para la construcción del monumento dentro de las paredes de su casal, han obtenido los permisos para cortar la calle y trabajar aunque sea a la intemperie para poder finalizar su cometido. Actualmente, se encuentran las 24 horas del día ejerciendo turnos para poder finalizar las piezas que componen su falla grande, que lleva por título “entre el bé i el mal”.

Cabe destacar la colaboración de la sociedad fallera de Paterna que ha sido clave para que se pueda continuar adelante con el “cadafal” adulto, contando con la presencia de múltiples comisiones que acuden a ayudar a los falleros de El Molí, donde incluso ha puesto su grano de arena la Fallera Mayor de Paterna junto a su Corte de Honor.

Describen este monumento como la que será “su falla más querida”. Los motivos son obvios. La responsabilidad de crear cada una de las piezas casi desde cero es el porqué más evidente. Lleguen o no lleguen a la meta tienen motivos suficientes para sentirse orgullosos por haber salido con entereza de una situación tan complicada como es a la que se han enfrentado. Todo aquel que desee pasarse a colaborar en este proyecto será recibido a brazos abiertos para poder cumplir con los plazos que exige la tradición.