La Comisión Técnica de la Cordà ha repartido esta tarde los brazaletes para los tiradores que este fin de semana se adentrarán en las dos grandes tiradas que Paterna tiene preparadas: la del sábado en el cohetódromo y la del domingo en la Calle Mayor.
Ambas van a estar rodeadas de un gran número de dispositivos y procedimientos de seguridad, para garantizar tanto la protección de los tiradores como la de los asistentes. Además de los refuerzos policiales que ya se mencionaron en la visita del delegado de gobierno, se van a instalar arcos a la entrada de ambas Cordàs por los que será obligatorio que pasen todos los coheteros.
En el caso de la Cordà en el cohetódromo, se tomó la decisión de reducir el número de cajones de cincuenta a cuarenta, que es lo máximo que permite la jaula actualmente. Inmediatamente antes de la tirada, se procederá al disparo de la peça, que contará con alrededor de veinticuatro cohetes.
Las grandes medidas quedan reservadas para la madrugada del domingo en la Calle Mayor. La vía quedará cerrada al público, sin excepciones, a las doce y media de la noche. A partir de ese momento, tan solo se permitirá la presencia del personal de seguridad y la de los montadores de los cajones.
Una vez comience la Cordà, a la una y media, entrará en funcionamiento el sistema de parada en caso de accidente. Esto consiste en el encendido de unas luces fosforescentes azules a ambos lados de la calle, que indican a los tiradores que cesen de encender cohetes inmediatamente. Los cajones tendrán que ser retirados a la acera para permitir la entrada de bomberos o servicios de emergencia. Una vez neutralizado el peligro, las luces se apagarán y los coheteros podrán continuar con la tirada.
Cuando acabe la Cordà, los primeros en entrar a la Calle Mayor serán los servicios de Protección Civil, que harán las inspecciones necesarias para confirmar la seguridad de la vía antes de permitir el paso de los espectadores a la calle.