Mientras derramamos ríos de tinta (mañana, tarde, noche y madrugada, decía la pegadiza canción) sobre la guerra abierta entre catalanes y resto de España, guerra que por cierto nadie debe pensar que acabará el 1-O, los españoles, eso sí, después de ver cómo quedan los partidos de fútbol de cada fin de semana, solo hablamos de lo mismo..
Gran puente de plata a los partidos y personas que están inmersos en casos de corrupción, que han sido abandonados por los medios para ocuparse del tema catalán. El tema de la corrupción fue, hasta hace poco tiempo, protagonista de portadas de prensa, radio, televisión. El interés de la noticia manda, y los corruptos descansan tan tranquilos como lo venían haciendo y con la ventaja añadida de que nadie hable de ellos mientras la actualidad esté situada en otro foco de atención.
Y tanto se han relajado, que, hace unos días, pude presenciar un debate donde altos cargos del gobierno de Madrid y del catalán, cuando ya agotaban los argumentos de las posiciones que cada uno defiende, se pusieron su uniforme de cara de cemento. Así, el representante del gobierno central, sin ningún pudor, pisando todos los charcos con el mayor arrojo y sin ningún sonrojo, argumentaba al catalán que usaban este juego de la independencia para tapar los casos de corrupción que asolan a los catalanes y no se estuviera hablando de ellos. Dijo la zorra….Y es cierto que los Puyol, los Más, y otros de menor caché pero de tanta importancia, han esquilmado Cataluña durante décadas,(por imperativo legal, digo presuntamente), pero claro, que en un debate, el Partido Popular hable de la corrupción ajena, necesita de mucho valor, de mucha cara dura, de mucha arrogancia y…de mucha incapacidad intelectual. Porque la respuesta se la puso a huevo a su contrincante. El resultado fue que ambas partes hablaron de la soga en casa del ahorcado.
La suerte que pueden tener, es que de vez en cuando, el fuego fortuito de algún juzgado, destruya alguna de las pruebas en los casos por los que está, imputados. O que jueces y fiscales, tengan tanto trabajo dictando ordene contra la pretendida secesión y no les quede tiempo libre para ocuparse de los expedientes de corrupción que duermen el sueño de los justos en cualquier cajón. Para dormir el sueño de los justos, nada más idóneo que el cajón de un juzgado, y ustedes perdones por el juego de palabras.
El origen final de la demora de las causas pendientes, es la falta de voluntad dei gobierno, de dotar a la justicia de los medios necesarios para que los asuntos no se eternicen, prescriban, sean olvidados por la sociedad y se deje de ejercer sobre ellos la presión que merecen. Y de eso se trata justamente.
Pero, ya que están consiguiendo lo que querían, hay que ser rematadamente tontos, en el partido que más casos de corrupción acumula desde los tiempos de la democracia, acusar a otros como ellos de ser lo que ellos son.
De modo que más por tontos que por corruptos, encerramos en este rincón de pensar a los debatientes de ambos gobiernos, durante una larga semana, donde tendrán que escribir cien veces diarias: “el borracho profesional, nunca debe acusar al otro borracho de ser alcohólico”