La Finca Amarilla volvió a ser foco de tensión en Paterna el pasado lunes. Alrededor de las once de la mañana, dos grupos de personas residentes en este mismo edificio comenzaron una reyerta en plena calle, al parecer, por la ocupación de una de las viviendas situadas en el inmueble. La llegada de la Policía Local consiguió calmar la pelea, y los participantes se retiraron a sus respectivos domicilios. Según manifestaron ellos mismos, iban a pasar por el médico para curarse las heridas y, posterioemente, irían a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para presentar las denuncias pertinentes.
Sin embargo, ese mismo día, a las siete de la tarde, varias llamadas al 112 volvieron a alertar de una nueva pelea en las inmediaciones de la Finca Amarilla. Varias personas armadas con palos, machetes y cuchillos se estaban lanzando las mesas y las sillas de un establecimiento cercano mientras se agredían mutuamente. Varios equipos de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar de los hechos, para encontrarse con una riña que comprendía a sesenta o setenta personas, todas ellas pertenecientes a clanes y familias de la localidad. Las unidades se vieron obligadas a intervenir y, finalmente, consiguieron frenar las agresiones, aunque se vivieron momentos de máxima tensión.
Fuentes judiciales pudieron comprobar, a posteriori, que los iniciadores de la segunda pelea fueron los mismos que los de la mañana. La diferencia fue que, por la tarde, ambos bandos estuvieron acompañados por familiares y personas afines, lo que resultó en una reyerta multitudinaria que se saldó con varios heridos leves. El resultado final fue de cuatro detenidos, los precursores de la pelea de la mañana. Todos ellos con numerosos antecedentes penales por delitos contra la propiedad.
