Como primera declaración de principios, debo declarar, que es una incongruencia, enviar a este rincón de pensar al presidente del país más poderoso del mundo: primero porque tengo la impresión de que su capacidad de pensar, es nula; después, porque –a lo peor- su jefe de prensa, no le pone este periódico en sus manos cada mañana. Una pena porque nunca conocerá las cosas que ocurren en nuestro pueblo, lo que entre otras cosas, le impedirá conocer nuestras fiestas y nuestra cordá.
Mi impresión personal sobre usted, Sr, Presidente, es que –con permiso del Sr Berlusconi,-, es el presidente más histriónico del mundo. Solo podría encajar su perfil, como tertuliano en un programa de nuestra televisión, que tuvo como estrella a Belén Esteban. Porque manda narices, que en el primer día de su mandato, ya intentara tirar por tierra el prestigio del FBI, de la CIA, de la prensa americana más seria. es decir, intenta cargarse a los pilares fundamentales de un Estado, desde el propio Estado, del que es usted responsable.
A continuación, cuestiona la Unión Europea, pretende mandar a sus países de origen a los millones de seres que contribuyen a hacer grande a América. Pretende poner un muro que les separe de Méjico. ¿Se pueden cometer mayores barbaridades en tan poco tiempo?-
América para los americanos. De modo que a usted lo tendrán que soportar aquellos que cometieron el error de ponerle ahí. Pero es cierto, que los daños colaterales, los podemos sufrir todos, si alguien no introduce cordura en La Casa Blanca, que por cierto ahora se aprovecha para publicitar los productos comerciales de una de sus hijas.
Es usted presidente por el rechazo, de su pueblo, harto de políticas anteriores, que para nada fueron sociales, ni casi nunca acertadas. Votaron populismo porque estaban hartos de tanta cacareada cordura, que metió a un pueblo en guerras, del que aún no ha salido. Guerras, que dejaron cientos de miles de muertos que lucharon por sus barras y estrellas. Que armaron países para que molestaran a otros, y que luego tuvieron que sufrir en su propia carne, la metralla de sus armas. En resumen, por parecida razones a las de los ciudadanos de mi vieja Europa, cansados de políticas que nos le solucionan nada, van a fomentar, por rechazo, el incremento de la ultraderecha en el poder.
De sobra sé Presidente, que durante la semana que estará usted recluido en este rincón de pensar, no dedicará un solo segundo a ello, por razones obvias: no se puede dar lo que no se posee.. Lo que la naturaleza no da, no lo presta Salamanca. (Esta frase, en latín, hubiera quedado preciosa).
¡Que Dios salva a América!….de usted