Transcurre la Semana Santa entre el metro de nieve que asoma desde Castilla al Cantábrico, y pone en peligro el turismo católico de procesiones de Valladolid, Palencia…, hasta la vocacional republicana Cataluña, que pone el contrapunto del fuego en las autovías y carreteras que impiden el paso a los otros turistas que quieren aprovechar el largo puente para disfrutar de la Costa Brava, o del Paseo de Gracia. O a los que, no teniendo la suerte de tener vacaciones, quieren cumplir con sus jornadas laborales y tienen los accesos cerrados y complicados los compromisos de trabajo.
Mientras Andalucía canta saetas y cuenta ante los jueces el tema de los ERES, los catalanes piden la libertad para su ex presidente que después de hacer la parte más difícil de encontrar el lugar donde poder eludir la cárcel, se deja atrapar en una autovía alemana, por ese afán suyo de dar conferencias sobre el independentismo que él no ha llegado a saborear. Las masivas manifestaciones de Cataluña, son ahora contenidas por los Mossos, que se ven obligados en ocasiones a emplearse con la contundencia requerida, para demostrar que la guardia civil, solo hizo lo que ellos no tienen más remedio que hacer ahora.
Mientras el juez Llerena, nos llena Extremeras y Carabanchel de políticos presos, el comité de Garantías de la ONU, le dice que no se pase y que respete la decisión de los políticos de ser candidatos. Un poco precipitada me parece la resolución de este comité que no tiene en cuenta que no van a la cárcel por sus pretensiones independentistas ,sino por romper la baraja y no jugar la partida con las reglas que para este juego nos dimos todos y que por ahora, son las qu están en vigor. En cualquier caso, sí que sería deseable mas conversaciones, más entendimiento entre políticos de Madrid y Barcelona, y menos intervención judicial para resolver problemas que crean otros mas graves.
Pero los políticos de Madrid, no están para tirar cohetes. Tienen una amplia parte de su plantilla imputada o en la cárcel, por otra rotura de baraja: la de la decencia que obliga a gestionar fondos públicos con la mayor pulcritud. Y como a Rajoy le crecen los enanos, ahora además le salen los master de dudosa validez, como el de la presidenta, la señora Cifuentes, que parece que consiguió el suyo algo así como en diferido. Ese diferido que también sabe explicar la Cospe para contarnos el despido de Bárcenas..
De todo esto lo que más me inquieta es pensar que la Universidad, pudiere –espero que no- estar implicada en chanchullos de este tipo. La Universidad debe ser siempre un templo incorruptible del saber y de la decencia. Si perdemos el alto concepto que tenemos de esta institución, poco nos queda a lo que agarrarnos ni de qué presumir.
Afortunadamente, no todos los españoles estamos en la lucha por la independencia ni en esquilmar el erario público, y afrontamos este puente con ánimo lúdico y festivo, sin mas preocupación que mirar el parte meteorológico, pidiendo generosidad de temperaturas que nos permitan amortizar el gasto de unas vacaciones que no disfrutaremos sin el consentimiento del buen tiempo.
Usen las beneficiosas aguas de nuestras playas, pero cuidado con la carne: ¡estamos en Cuaresma!
