El Festival de Cine Antonio Ferrandis estrenó ayer la comedia de autor Años después, secuela espiritual de Amanece que no es poco, dirigida nuevamente por José Luis Cuerda y producida por el actor y presentador valenciano Arturo Valls. Entre el amplio y nutrido elenco de actores se encuentran grandes nombres del panorama español como el recientemente nominado a los Goya Antonio de la Torre, Blanca Suárez, Roberto Álamo, Manolo Solo, Berto Romero, Secun de la Rosa y el propio Valls.
Tiempo después ha sido catalogada como secuela espiritual atendiendo al hecho de que no presenta continuidad temporal con Amanece que no es poco, sino que simplemente incorpora su mismo estilo, humor y premisas para contar la historia.
Transcurre el año 9177 (milenio arriba milenio abajo, que no hay que perder el tiempo con esas minucias) y el mundo aparentemente ha acabado. Todo cuanto queda en él vive en el Edificio Representativo y en las cochambrosas inmediaciones del mismo. Dentro, aquellas personas que pertenecen al sistema establecido: los trabajadores. Fuera, se encuentran los parias catalogados como parados.
Entre este último grupo de desgraciados destaca un tal José María, quien se ha cansado del orden mundial y ha decidido romperlo. ¿Cómo? Intentando vender su rica limonada dentro del Edificio Representativo. Pero claro, esto presenta un gran dilema moral: si le permiten hacer negocios, dejará de ser un parado y entonces se «desnaturalizará». Lo que José María no sabía es que su heroicidad personal llevaría a una rebelión de clase.
Un rey despótico y caprichoso, con acento americano y muy similar a la imagen del Burger King; los dos últimos guardias civiles del universo; un alcalde más bien poco útil que delega el poder de la única institución democrática del mundo en su jefa de gabinete; un barbero con instintos asesinos y, por supuesto, un bar de tradición y folklore español son los principales ingredientes de esta nueva comedia de Rueda. «No es apta para todos los públicos» confesó Arturo Valls durante la presentación en Kinépolis «hay que saber sumergirse en el universo del director, entender su lenguaje». Sobre en qué categoría del humor posicionaría la obra, el actor lo tiene muy claro «es surrealista».
Asimismo, elogia la historia de José Luis Rueda en el sentido que es atemporal «trata temas que no pasan nunca de moda» añadió Valls. Además, también quiso romper una lanza a favor del cine español. «Los prejuicios de todo tipo son malos, contra las personas, contra las ideas… Contra el cine español. Aquí no solo se hace un solo tipo de cine, tenemos muchos géneros para satisfacer a todos los gustos. Deberíamos verlo más porque es el que habla de nosotros, de nuestra sociedad, de nuestra cultura». Asimismo, también defendió a los actores de comedia: «a los payasos siempre se nos infravalora. En clase siempre se respeta al listo, al serio, y al gracioso se le hace de menos. Eso es un error, la gente que se dedica a la comedia es muy valiente y a través de ella se pueden relatar cosas muy interesantes».
Finalmente, sobre su experiencia como productor, el valenciano reconoce que la ha disfrutado mucho y que repetirá «he podido trabajar en todo: elección de actores, manejo de dinero, todas las decisiones que afectan a la película… Ha sido muy emocionante. Volveré seguro, tal vez la próxima vez con algo más comercial» bromea.