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El mercado ambulante vuelve a la Plaza del Pueblo esta semana

Las paradas fueron reubicadas hace cinco meses de la Plaza de San Pedro a la zona de la Cova Gran. Vendedores ambulantes, compradores y comerciantes de ambos sectores han discrepado sobre el lugar en el que debería quedarse.

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Las obras de remodelación de la plaza de San Pedro obligaron el pasado mes de septiembre a recolocar el mercado ambulante, que pasó de estar ahí a ubicarse en la zona de Las Cuevas. Era la primera vez que el mercado se movía de sitio y, aunque el cambio estaba destino a ser temporal, algunos grupos han encontrado una serie de beneficios en la nueva ubicación que los ha llevado a querer quedarse.

Las discrepancias entre los que prefieren el mercado en su situación original y los que se inclinan por su nueva posición han sido continuas, aunque finalmente el Ayuntamiento ha cumplido con su palabra de devolver las paradas a su lugar tradicional: la plaza del pueblo.

El mercado en la plaza de San Pedro

Los negocios que se despliegan alrededor de la plaza han sufrido una inquietante bajada de beneficios desde que ya no cuentan con el mercado ambulante todos los martes. Según los comerciantes de la zona, la actividad que traían consigo los puestos itinerantes eran una importante inyección de ganancias que en ocasiones llegaba incluso a sustentar el resto de la semana.

Desde el mercado municipal denuncian que los mercados ambulantes siempre se han desarrollado alrededor de los mercados del pueblo. Las clientelas de ambos están destinadas a retroalimentarse, y la ausencia de uno de ellos ha provocado que las pérdidas sean muy acusadas. Los comercios de la zona también han notado la bajada de ventas, pero los grandes afectados han sido los bares y cafeterías. Para ellos, el mercado suponía una de sus principales fuentes de clientela, y su ausencia ha hecho que algunos de ellos se sientan la amenaza del cierre.

Además, el hecho de que las obras hayan empequeñecido y afeado el espacio de la calle ha agravado la situación. Los comerciantes ansían el fin de la remodelación, y piden que se promuevan todo tipo de actividades que devuelvan la vitalidad a la zona, la más importante de ellas: el mercado ambulante.

El mercado en Las Cuevas.

A pesar de que al principio los vendedores del mercado ambulante no acogieron con entusiasmo la idea de reubicarse, ahora una considerable cantidad de ellos ha pedido quedarse en Las Cuevas. El motivo principal es que su volumen de venta ha mejorado en esta parte del pueblo. Algunos de ellos defienden que tienen más clientela, y que el hecho de que estén todas las paradas en un solo espacio da mejor imagen y perspectiva del mercado.

Los motivos no son solo lucrativos. Los tenderos que quieren permanecer en La Cova Gran afirman que el aparcamiento es mejor en esta parte del pueblo, y que la mayor cantidad de espacio garantiza más seguridad —paso de ambulancias o camiones de bomberos, por ejemplo—. Finalmente, también defienden que aquí no ocupan vados ni entradas a edificios, por lo que no molestan a los vecinos.

Los negocios fijos de los alrededores, aunque son inferiores en número a los que hay entorno a la plaza de San Pedro, también han notado los beneficios de contar todos los martes con el mercado ambulante en su zona.

La solución definitiva.

La decisión de devolver el mercado a su posición original en la plaza del pueblo es definitiva: el martes 24 de enero las paradas volverán al sitio que les perteneció desde hacía décadas.

Según Carles Martí Balaguer, encargado de Urbanismo, Medio Ambiente y Economía Local de Paterna, actualmente se está llevando a cabo un estudio de la zona del mercado en la parte baja del pueblo para mejorarlo. El objetivo es hacerlo más atractivo para el público y mejorar su estética y presentación. Con ello se busca atraer más compradores y captar la atención de los transeúntes.

Desde el gobierno local se está estudiando cambiar la ordenación municipal para que los martes festivos también pueda montarse el mercado ambulante. Además, se está examinando la posibilidad de ampliar zonas de aparcamiento a la altura de la estación, ya que la falta de espacio para estacionar era una de las principales reivindicaciones de los mercaderes.

De esta manera se pretende revitalizar de nuevo el casco antiguo del pueblo, devolviéndole su función comercial y pensando en nuevas medidas y actividades que atraigan a todos los paterneros.