El Consell de la Generalitat Valenciana ha ratificado un contrato extraordinario de gestión de residuos derivados de las devastadoras inundaciones del pasado 29 de octubre de 2024. El acuerdo, que se realiza por un valor de 179 millones de euros, permitirá la retirada de más de 750.000 toneladas de residuos procedentes de los Puntos de Transferencia y Acopio Local, incluidos los de la localidad de Paterna.
Este plan de choque ha sido impulsado para gestionar de manera urgente los enseres y residuos voluminosos acumulados en los municipios afectados. Entre ellos, Paterna ha sido uno de los puntos clave, ya que se encuentra en la zona correspondiente al Lote 1, que abarca también a otros municipios como Bétera, Buñol, Cheste, Manises, Requena y Riba-roja de Túria, entre otros.
El contrato se articula en tres lotes, con una inversión de 59,65 millones de euros por cada uno de ellos. En el caso específico de Paterna, el trabajo se centra en los Puntos de Acopio Local (PAL) y el Punto de Transferencia (PT) de Quart de Poblet/Manises, desde donde se han estado realizando labores de recolección y traslado de los desechos a instalaciones de mayor capacidad. El objetivo es minimizar el impacto ambiental y sanitario, al mismo tiempo que se avanza hacia la eliminación progresiva de estos puntos de almacenamiento temporal.
Este proceso de limpieza de residuos, que podría alcanzar entre 800.000 y 1,5 millones de toneladas en toda la Comunitat Valenciana, representa casi el 11% de la cantidad de residuos generados anualmente en todo el país. La Generalitat ha trabajado de forma continua para vaciar los puntos cercanos a los núcleos urbanos y trasladar los residuos a lugares específicos como los puntos de transferencia, donde se han tratado y segregado.
Además, la contratación incluye la vigilancia y control de la posible contaminación de los suelos y las aguas subterráneas en los emplazamientos donde se han acumulado los residuos, con un coste adicional de más de 231.000 euros. Esto asegurará que no haya afecciones ambientales y que, una vez terminadas las labores de desmantelamiento y limpieza, se confirme la ausencia de daños al entorno.