La Plaza del Ingeniero Castells ha sido escenario, una vez más, del pregón que pone punto de inicio a las fiestas patronales de Paterna. Decenas de personas se han congregado hoy a los pies del ayuntamiento para dar la bienvenida a dos intensas semanas de celebraciones, en las cuales se van a acumular pasacalles, tiradas de pólvora, procesiones, conciertos y jornadas deportivas, entre otras muchas cosas más.
Como no podía ser de otra manera, Paterna ha tenido en el recuerdo a las víctimas del atentado terrorista de Barcelona, sucedido tan solo unas horas antes de que se celebrara el pregón. El alcalde del municipio, Juan Antonio Sagredo, ha expresado su solidaridad y condolencias con nuestros vecinos catalanes, y luego ha dado paso a un minuto de silencio en señal de duelo.
En su discurso, Sagredo ha remarcado que las fiestas y las tradiciones son un vehículo para alcanzar la paz y, por ello, ha alentado a todos los vecinos de Paterna a estar orgullosos de la gran cultura que les une. En sus palabras también ha habido espacio para la enhorabuena, ya que dos de las principales entidades festeras de la localidad están de aniversario: Intercomparsas cumple 40 años, e Interpenyes 10.
Después de él, ha sido el turno de la reina de las fiestas de Paterna, Raquel Cantarero. Su discurso ha estado centrado en las tres patas fundamentales de la fiesta paternera: la vestimenta de los moros y cristianos, el fervor por el Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer y, por supuesto, la pólvora de la Cordà «que está grabada a fuego en nuestros corazones». Tampoco le han faltado palabras de afecto para las cuatro damas de su corte de honor.
Sin embargo, uno de los grandes protagonistas de la noche ha sido el actor Ferran Gadea, elegido para ser el pregonero de este año. Este actor valenciano, conocido por su papel de Tonet en L’Alqueria Blanca, nació en Burjassot, y ya desde pequeño venía a Paterna para disfrutar de las fiestas. En su recuerdo, todavía perduran aquellas lejanas veladas de moros y cristianos. Aun así, lo que más le une a Paterna es su afinidad artística con el actor Antonio Ferrandis, para el cual ha tenido palabras de agradecimiento y respeto.
De nuevo, este año el pregón ha estado amenizado por la técnica del mapping. Durante cerca de un cuarto de hora, la fachada del ayuntamiento se ha convertido en un lienzo donde se han proyectado imágenes acerca de las fiestas. Incluso el edificio ha «cobrado vida» y le ha contado al pueblo de Paterna cómo fue el proceso para conseguir que la Cordà fuera, finalmente, nombrada fiesta de interés turístico nacional.
El broche final lo ha puesto, como siempre, la izada de banderas y encendido de la antorcha olímpica. Han sido los capitanes moro y cristiano, junto con sus abanderadas, quienes han coronado el balcón del ayuntamiento con las señales de la media luna y la cruz, que ondearán ahí hasta que terminen las fiestas. El encendido de la antorcha, por su parte, ha corrido a cargo de la deportista paternera Marian Navarro Botella. Esta joven fue recientemente seleccionada para unirse al equipo nacional de gimnasia rítmica, y ahora vive y entrena en Madrid. El pasado mes de mayo, Marian llegó a participar en el campeonato europeo de Budapest. Hoy, ha vuelto a su pueblo natal para encender el fuego que da comienzo a las jornadas deportivas que se celebrarán también estos días, en honor al Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer.
