Esta pandemia, como muchas otras ha demostrado que no afecta a todas las personas por igual, además de que exacerban las desigualdades existentes ya con las personas con discapacidad o en situación de pobreza extrema.
Dentro de este grupo se encuentra las personas con un problema de salud mental, un sector de la población ya invisibilizado y sobre el que las carencias del sistema en su reconocimiento y atención, se revelan de manera clamorosa ante una situación de emergencia, como es la generada por el COVID-19, justo cuando más necesitan de apoyo.
La desinformación y la falta de conocimiento sobre la salud mental y los diferentes problemas que esta puede conllevar, produce que en muchas ocasiones la sociedad discrimine y rechace a las personas afectadas. De ahí la importancia de dar a conocer las características, necesidades y pautas básicas de actuación ante este colectivo tanto a la ciudadanía, como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de las Fuerzas Armadas, para que se comprenda mejor las necesidades específicas y dejen de verse situaciones discriminatorias y que vulneren sus derechos.
Es más, es importante tener presente que momentos como los que estamos actualmente viviendo generan, por sí mismos, este tipo de problemas, por lo que cualquier persona, con o sin diagnóstico previo, puede ver agravado su estado de salud mental o presentar a raíz de los efectos de la pandemia y el consecuente estado de alarma, problemas de esta naturaleza.
Siendo esto así, la salud mental es algo que nos concierne a toda la población. Empecemos por definir qué entendemos salud mental y por el contrario los problemas derivados de la ausencia de salud mental.
La OMS define ‘salud’ como el estado de completo bienestar físico, mental y social, no sólo a la ausencia de afecciones o enfermedades.
Esto significa que el concepto de ‘salud mental’ está relacionado con la promoción del bienestar físico y psíquico, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y recuperación de las personas con problemas de salud mental. La salud mental es un aspecto más del bienestar de cada persona. Algo que tenemos que cuida, prestar atención y afrontar.
Por su parte, tener problemas de salud mental no tiene nada que ver con debilidad de carácter, ni es culpa de la persona, sino que sus causas suelen ser una combinación de factores genéticos, del entorno social y de experiencias vividas.
RASGOS DEFINITORIOS DE UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL:
Es una alteración de tipo emocional, cognitivo y/o del comportamiento en que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje o el lenguaje.
Esto dificulta a la persona con problemas de salud mental su adaptación al entorno cultural y social en el que vive y le genera un malestar psíquico evidente. Muchos de esos problemas se identifican con esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), etc. No obstante, no hace falta tener un diagnóstico para sufrir problemas de salud mental. La situación actual está evidenciando, entre otros: cuadros de ansiedad, insomnio y duelos no resueltos derivados de las consecuencias de la pandemia y el aislamiento. Por tanto, toda la ciudadanía estamos en el mismo barco.
En el siguiente cuadro se detalla y qué es un trastorno mental:
